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María Jesús Suárez Duque – Doctoralia.es
Psicóloga infantil online – Diagnóstico diferencial del Trastorno del Espectro Autista en niños pequeños
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) puede empezar a manifestar signos desde edades muy tempranas. Sin embargo, en niños de alrededor de dos años o dos años y medio, el diagnóstico requiere una valoración muy cuidadosa y contextualizada, ya que existen otras dificultades del desarrollo que pueden presentar síntomas similares.
Por este motivo, en psicología infantil es fundamental realizar un diagnóstico diferencial, es decir, valorar si las señales observadas corresponden realmente a un TEA o si pueden explicarse mejor por otras condiciones evolutivas, emocionales o relacionales.
¿Por qué es importante el diagnóstico diferencial en edades tempranas?
En la primera infancia, el desarrollo del lenguaje, la comunicación, la regulación emocional y la socialización todavía está en pleno proceso de maduración. A esta edad:
- Los ritmos de desarrollo pueden ser muy variables
- Algunas conductas pueden ser transitorias
- El contexto familiar y relacional influye enormemente
- El estrés, los cambios o las experiencias tempranas afectan al comportamiento
Por ello, no todas las dificultades tempranas implican necesariamente un trastorno del espectro autista.
Principales diagnósticos a diferenciar del TEA en niños pequeños
Retraso simple del lenguaje
Uno de los diagnósticos más frecuentes que puede confundirse con el TEA es el retraso en el desarrollo del lenguaje.
A diferencia del autismo, en estos casos:
- El niño busca la interacción social
- Usa gestos, miradas y contacto emocional
- Muestra interés por los demás
- Presenta intención comunicativa, aunque no verbal
El problema principal se centra en la expresión verbal, no en la comunicación social.
Trastorno del desarrollo del lenguaje (TDL)
El trastorno del desarrollo del lenguaje puede implicar mayores dificultades en comprensión y expresión, lo que a veces genera frustración, rabietas o retraimiento social.
La diferencia clave con el TEA está en que:
- La reciprocidad social suele estar preservada
- Hay interés por el juego compartido
- No aparecen patrones restrictivos de conducta
Retraso madurativo global
Algunos niños presentan un desarrollo más lento en varias áreas (lenguaje, motricidad, autonomía), pero de forma armónica.
En estos casos:
- Las dificultades no se concentran específicamente en la comunicación social
- El desarrollo evoluciona progresivamente
- No se observan rasgos nucleares del espectro autista
Dificultades vinculares o relacionales tempranas
Las dificultades en el vínculo temprano, situaciones de estrés familiar, cambios importantes o una disponibilidad emocional inconsistente pueden generar comportamientos que se confunden con signos de TEA.
Por ejemplo:
- Menor contacto visual
- Menor iniciativa social
- Conductas de evitación o retraimiento
Aquí es clave valorar el contexto familiar y emocional, no solo la conducta del menor.
Trastornos de regulación emocional y sensorial
Algunos niños pequeños presentan:
- Hipersensibilidad sensorial
- Dificultad para autorregularse
- Conductas repetitivas como forma de calma
Estas manifestaciones, por sí solas, no implican necesariamente un diagnóstico de TEA, aunque puedan solaparse parcialmente.
Psicóloga infantil online – La importancia de una evaluación psicológica integral
Para valorar adecuadamente un posible trastorno del espectro autista en edades tempranas, es imprescindible una evaluación integral, que incluya:
- Entrevistas detalladas con los padres o cuidadores
- Historia evolutiva completa del menor
- Información sobre el contexto familiar y relacional
- Observación clínica del niño
- Análisis de la comunicación, el juego y la interacción
En muchos casos, la primera sesión debe centrarse únicamente en los padres, ya que son quienes pueden aportar la información más relevante sobre el desarrollo del niño.
Diagnosticar no es etiquetar
Un diagnóstico temprano no debe entenderse como una etiqueta cerrada, sino como una hipótesis clínica en revisión, especialmente en edades tan tempranas. El objetivo principal es comprender qué necesita el niño y cómo acompañar mejor su desarrollo, no encasillarlo prematuramente.
Acompañamiento psicológico a familias
Ante la sospecha o el diagnóstico de TEA en un niño pequeño, el acompañamiento a la familia es fundamental. Resolver dudas, ofrecer información clara y trabajar desde una mirada respetuosa reduce la ansiedad y favorece un mejor ajuste emocional de todos los miembros del sistema familiar.
Conclusión
El diagnóstico diferencial del trastorno del espectro autista en niños de dos a tres años requiere tiempo, experiencia clínica y una visión global del menor y su entorno. No todas las señales tempranas indican autismo, y una evaluación cuidadosa puede marcar una gran diferencia en el bienestar del niño y su familia.
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